En este artículo entenderás lo que es el emprendimiento para que no lo confundas con lo que no es y que tengas claro desde el principio todo lo que implica. Hoy más que nunca si quieres emprender, es indispensable que te eduques para evitarte la mayor cantidad de errores, frustración y estrés posibles.
Parece que el emprendimiento se ha vuelto un tipo de moda porque se escucha muy frecuentemente que las personas emprenden diferentes negocios y aunque por un lado esto es bueno, por otro lado, no ha cambiado mucho la estadística desde el 2020 del INEGI que dice que el 75% de las PyMEs fracasa en los primeros 2 años. Descubre cuáles son las principales razones por las que esto ocurre en mi otro artículo, “Lo que debes saber antes de emprender parte 2”. Veamos primero el origen del significado de la palabra emprendimiento.
Etimología del emprendimiento
Rápidamente te comparto la etimología de la palabra emprendimiento. Esto nos remonta al siglo 13 en donde en francés, el verbo “entreprendre” significa “hacer algo” o “llevar a cabo algo” según Econolib. Puedes ver cómo hace sentido que la palabra emprendimiento sea entonces el sustantivo de iniciar algo, aunque aún no se le daba la connotación de negocios. Fue a partir de ahí, que su significado fue evolucionando hasta que por los años 1700 se hace referencia al “emprendedor” como alguien que soporta un riesgo financiero para llevar a cabo un nuevo negocio.
En lo que es la relativamente reciente historia del emprendimiento, varios economistas que valen la pena mencionar como Jean-Baptiste Say, John Stuart Mill, Joseph Schumpeter e Israel Kirzner han aportado a la evolución de lo que define a un emprendedor y por ende al emprendimiento.
Entre sus aportaciones se encuentran:
- Crear valor al mover recursos fuera de áreas menos productivas hacia áreas más productivas
- Asumir el riesgo para iniciar un negocio, así como su gestión
- Innovar en al introducir nuevos bienes o nuevos métodos de producción
- Descubrir y aprovechar oportunidades rentables que previamente no habían sido notadas
Creo que todo esto hace sentido y si pudiéramos resumir todo esto, de la manera más corta posible, las dos cosas que para mí son indispensables para cualquier emprendimiento: riesgo e innovación. Alguien que sea capaz de tomar un riesgo para iniciar un negocio con la suficiente innovación para sobresalir de la competencia es quien puede considerarse como emprendedor.
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¿Qué NO es el Emprendimiento?
Entremos a un poquito de controversia para discutir lo que no es el emprendimiento. Empecemos por el ejemplo de lo que última y erróneamente se difunde como emprendimiento, como lo es trabajar para negocios multinivel del estilo de Mary Kay.
“¿Por qué no es emprendimiento?” te estarás preguntando. Mira, básicamente, estos negocios te proporcionan de sus productos para que tú, ya sea dentro o fuera de tu red de contactos, puedas venderlos. Claro que los modelos de estos negocios varían, algunos tienen una combinación de remuneración fija (normalmente baja) y otra variable (dependiendo de las ventas de los productos), aunque otros acuden a un modelo de remuneración 100% variable.
A pesar de que tienes la responsabilidad de administrar tu “negocio”, este modelo no puede considerarse como emprendimiento porque:
- Tú no tomaste el riesgo para iniciar el negocio. Seguramente pediste información o te refirieron y te dieron capacitación de cómo funciona el negocio, volviéndote básicamente en un agente de ventas o socio comercial, lo que no es lo mismo que un emprendedor.
- Tú no influyes en la innovación de la esencia del negocio. Podrás tal vez aprender de diferentes técnicas de ventas para que te vaya mejor, pero no participas ni en el desarrollo de los productos, ni en la evolución de la propuesta de valor.
Un último ejemplo de lo que no es emprendimiento es comprar una franquicia. Aunque se puede argumentar que hay un factor de riesgo aún y con una franquicia, no se puede argumentar que hay innovación porque justamente se está replicando un modelo probado, se te da capacitación y no te permiten cambiar nada.
Más que solo “empezar un negocio”
Qué fácil suena empezar un negocio, ¿verdad? Sin embargo, tu y yo sabemos que no es nada fácil y por eso el riesgo que conlleva. A pesar de esto, el riesgo puede reducirse con la adecuada validación de la oportunidad identificada y la planeación de las actividades del negocio. El simplemente dedicar o invertir los recursos de tiempo, dinero y esfuerzo a alguna idea sin investigar el mercado o sin diseñar el modelo del negocio es una fórmula segura para el fracaso.
Es por esto que mi definición, aunque un poco extensa para el emprendimiento, pero que creo está muy completa, es:
Proceso de tomar algún tipo de riesgo para diseñar, lanzar, administrar y hacer crecer un negocio que, a través de la constante innovación en un nicho de mercado, la cual se traduce en la venta de productos y servicios que satisfacen una oportunidad o necesidad determinada de valor agregado.
Si te das cuenta y desglosamos la definición, tenemos 4 etapas del emprendimiento:
- Diseñar: donde estructuramos nuestra idea y lo formamos en un modelo de negocio
- Lanzar: donde ahora sí, tomamos el riesgo para dar el salto y empezar con el negocio
- Administrar: donde nos preocupamos de que el negocio no fracase
- Crecer: donde al estabilizarse el negocio, se busca ahora que este crezca
Para los otros conceptos que conforman la definición, te los estaré explicando en próximos artículos.
¿Qué es una Startup?
Seguramente has escuchado este término, pero, ¿sabes cuál es la diferencia entre lo que es una startup y el emprendimiento? En pocas palabras, una startup es un tipo de emprendimiento. Todas las startups son emprendimientos, pero no todos los emprendimientos son startups. Te explico un poco más a continuación.
Según Eric Ries, el autor del exitoso y reconocido libro The Lean Startup, define a una Startup como:
Una institución humana diseñada para crear nuevos productos y servicios bajo condiciones de extrema incertidumbre.
Extrema incertidumbre es la frase clave, cuando no se sabe con claridad lo que podría pasar. Es por esto que la palabra startup la asociamos mucho con las empresas tecnológicas, porque es un nivel de innovación tan alto, que es incierto si serán un gran éxito o un gran fracaso, pero si te das cuenta, las startups no necesariamente necesitan ser tecnológicas.
Según Eric Ries, la finalidad de las startups es esta:
“Las startups existen no solamente para hacer cosas, hacer dinero o siquiera servir clientes. Existen para aprender cómo construir un negocio sustentable.”
En próximos artículos te compartiré más sobre los tipos de emprendimiento ya que no todos son creados iguales.
¿Por qué emprender?
Creo que las razones de porqué emprender un negocio propio están claras. Es un medio para no solamente tener una más exitosa carrera profesional, sino también ayudar a las personas y que tengas al mismo tiempo satisfacción personal.
Por un lado, creo que el mundo es tan abundante y que hay suficientes oportunidades para que cualquier persona pueda emprender. Sin embargo, no creo que emprender sea algo ideal para todo el mundo ya que todos somos diferentes. Así es como lo describe Gino Wickman, el autor del libro El Salto al Emprendimiento:
“Es una forma de vida que no discrimina a nadie. Uno puede volverse emprendedor a cualquier edad y estando en cualquier circunstancia: rico, pobre, empleado o no… La belleza del emprendimiento es que no existen privilegios, jerarquías o garantías. El éxito no depende de tu pasado, presente o futuro, solo depende del valor que le ofrezcas al mundo. Si no ofreces valor, no obtendrás nada. Ofrece un valor increíble primero y podrás disfrutar de las recompensas después. Al emprendimiento no le importan tus sentimientos o tu esfuerzo, es por eso por lo que solamente un pequeño porcentaje de la población logra ser un emprendedor exitoso.”
– Gino Wickman
Espero que esta información te haya sido útil. Yo Norberto, me dedico a ayudarle a los emprendedores a dar el salto acompañándolos y asesorándolos en el camino. Si te interesaría finalmente superar tus miedos y dar el salto, me encantaría conocerte, escuchar sobre to situación específica y ver cómo te puedo yo ayudar.
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¡A tu desarrollo emprendedor(a)!